No hay respiro…
…una revolución la sangre, el cuerpo,
los sentidos…
Con el corazón desatado,
Noche a noche trazamos nuevas rutas
entre las sábanas.
La piel arde…. (ya sin miedo)
Arde con ese fuego dulce del amor
cotidiano.
No hay hechizo que apague nuestros
deseos…
Noche a noche nos creamos ese tiempo
hueco en donde extasiarnos.
Mi piel de niña devota se impregna de
tu sal… y se vuelve mar para tus caprichos...
Mis labios te saben, te conocen, te
devoran…
No hay retorno
Tus labios siembran milagros en mi
cuello...
La sangre ruge en mis venas, mientras
tus ojos-brujos pronuncian mis extraños nombres
Tus dedos queman por debajo de mi
falda…
Danzamos….
Me convertís en Mujer-loba…
Y con el cuerpo estremecido te veo derramar(me)
tu vino caliente…
Lilya (regresando)